Hola a todos. Soy Paul ''Arkem'' Chamberlain, su amistoso vecino y jefe de la tecnología antitrampas de VALORANT. Vengo a hablarles del sistema antitrampas (¡sorpresa!) Ya habíamos conversado sobre sistemas antitrampas específicos y he dado breves actualizaciones o reseñas detalladas de temas relacionados con las trampas (en inglés). Sin embargo, esta vez quiero hablar detalladamente sobre nuestra estrategia antitrampas.

Les explicaré el qué, por qué y cómo del sistema antitrampas de VALORANT.

Comencemos con el ''por qué'': ¿por qué hablo tanto de esto y por qué nos esforzamos tanto como grupo en combatir a los tramposos? Siendo sinceros, lo hacemos porque consideramos que es lo que los jugadores (es decir, todos ustedes) esperan y buscan en los juegos de disparos estratégicos. Junto al resto de nuestros compromisos con la integridad competitiva, la tecnología antitrampas es uno de nuestros requisitos básicos: es el ''sistema de justicia'' de cualquier experiencia competitiva seria.

Ahora pasemos al ''qué'': ¿qué tratamos de lograr con el sistema antitrampas de VALORANT? El objetivo es construir una experiencia de juego fiable al asegurarnos de que hacer trampa sea extremadamente difícil. Esto significa que nuestra meta es evitar el uso de trampas en la mayor medida posible y detectar cualquier anomalía que no podamos prevenir. Sabemos que detener a todos los tramposos inmediatamente no es posible; sin embargo, creemos que podemos lidiar con ellos al punto de que la mayoría de los jugadores se topen muy poco (o nunca, de ser posible) con estos tramposos.

Así llegamos al último punto: ¿''cómo'' podemos lograr esto? ¿Cómo podemos proteger la experiencia de juego de estas trampas? En resumen, nuestra estrategia es fundamentalmente defensiva. Primero debemos blindar el juego contra trampas tanto como sea posible (como con niebla de guerra y códigos de red de movimiento autorizado en el servidor). Lo siguiente es desplegar sistemas que hagan el desarrollo de trampas tan problemático como sea posible (como con Vanguard y otras medidas antitrampas). El último paso es detectar, suspender y eliminar a los tramposos del juego de la manera más eficiente posible mediante el mecanismo de Vanguard, sanciones directas al hardware de los tramposos, reportes de jugadores, análisis de información e inteligencia artificial.

Sí, aún es posible hacer trampa en VALORANT, y hay varios ejemplos de esta lamentable realidad. Sin embargo, esta estrategia dificulta mucho más la creación de trampas y las vuelve insostenibles con el tiempo. Esto eleva el costo monetario de dichos programas y limita la cantidad de tramposos en el juego. Esto también provoca que la pequeña comunidad de desarrolladores de trampas haga que sus programas de trampa sean más fáciles de monitorear y esto nos permite tomar diferentes medidas (entre ellas, las jurídicas) para mantenerlos fuera de nuestro ecosistema.

Todo esto nos lleva a la pregunta más importante: ¿cómo sabremos si estamos ganando la batalla y si tendremos éxito?

Existen diferentes formas de medir el éxito. A menudo leemos reportes sobre ''cierta cantidad de jugadores suspendidos'', así como estudios de juego cuyas métricas internas miden el ''porcentaje de jugadores que hacen trampa'' o el ''porcentaje de partidas donde se hace trampa''. Si bien dichas cifras son indicadores de utilidad, su importancia pasa a un segundo plano en lo que respecta a VALORANT.

El sistema antitrampas de VALORANT está diseñado para que los jugadores normales confíen en la seguridad que les ofrece el juego y tengan una experiencia positiva durante sus partidas. Por lo tanto, nuestro criterio principal es qué tan bien creen los jugadores que lo estamos haciendo. Llevamos un control de los jugadores reportados por hacer trampa; creamos encuestas para analizar la percepción de la comunidad y siempre estamos al tanto de las reacciones en redes sociales.

En resumen, si no están satisfechos con nuestro trabajo, no estamos teniendo éxito. El sistema antitrampas nació para ayudar a los jugadores, así que hágannos saber si cumple bien su función.

¡Hasta la próxima!